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La fiesta de un legado: Inspector celebra 30 años con el alma.

Entre lágrimas, abrazos y saltos al ritmo del ska, Inspector celebró tres décadas de trayectoria con un emotivo concierto ante más de 20 mil personas en la Arena Ciudad de México.

«Muy buenas noches mi bonita raza»,

saludó Big Javi al público,

quien respondió

«¡Inspector, Inspector!».

Una noche donde la música unió a tres generaciones y dejó claro que el legado de la banda está más vivo que nunca.

La agrupación, originaria de Monterrey, ofreció su segunda presentación en este recinto —la más significativa hasta ahora—, con un repertorio que recorrió toda su discografía, desde los clásicos de los noventa hasta los himnos que marcaron los 2000.

“Algún día nos tenemos que retirar… pero no se me van a olvidar estos bonitos momentos que vivimos juntos. Y sí, voy a llorar, ¿por qué no chingados?”,

expresó el vocalista,

visiblemente conmovido, mientras la Arena se iluminaba con miles de luces de celular en uno de los momentos más intensos del show.

El concierto arrancó con Breve Historia, desatando la euforia del público desde los primeros acordes. Le siguieron canciones como Cara de Chango, Inspiracional y Las Tijeras, que encendieron una fiesta que fue creciendo canción tras canción. Entre saltos y slam, la noche se convirtió en una celebración colectiva del ska.

Uno de los puntos más emotivos llegó con Aunque No Sea Conmigo, donde Javier apenas pudo cantar por la emoción.


“No puedo ni cantar porque se me rompe el pinche corazón”,

dijo entre lágrimas,

acompañado por un coro multitudinario que no dejó de cantar ni un segundo.

A lo largo del concierto, se vivió una auténtica comunión entre la banda y sus seguidores.
Adultos, jóvenes y niños compartieron el mismo entusiasmo, incluso los más pequeños bailando sobre los hombros de sus familiares.


“¿Pueden bailar los de hasta allá arriba? ¡Los quiero ver!”,

gritó Big Javi

logrando que toda la Arena se pusiera de pie.

El repertorio fue amplio y emotivo. Sonaron temas como Amnesia, Y Qué, Me Estoy Enamorando, Osito Dormilón, Pasa la Vida, Serpientes y Escaleras y, por supuesto, Amargo Adiós, con todo el público coreando a una sola voz.

Durante el concierto, Javier Sánchez recordó a quienes apoyaron a la banda desde el inicio, como Pepe Lobo del Multiforo Alicia, y rindió tributo a las raíces del ska con temas como Our House, de Madness.


“Es un orgullo estar aquí con ustedes, con la bandera de México en el corazón”,

declaró.

Aunque la lluvia hizo de las suyas afuera, nada detuvo la celebración adentro.
La Arena CDMX vibró como pocas veces, reafirmando que Inspector es un referente del ska mexicano y una banda que ha sabido mantenerse vigente sin perder su esencia.

“¡30 años juntos! ¡Infinitas gracias!”,

fue el grito final del oriundo de Monterrey,

antes de despedirse entre ovaciones y un público que no quería que la fiesta terminara.

Inspector no se despide aún, pero deja claro que el tiempo pasa, y que cada concierto podría ser el último en una historia de resistencia, baile y corazón.


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