Ian Richard Hodgkinson anunció su retiro definitivo de la lucha libre en conferencia de prensa, citando problemas de salud que lo han afectado gravemente. Mejor conocido como Vampiro Canadiense, Hodgkinson ha forjado una carrera en el pancracio que ahora debe abandonar debido a estas dificultades.
Durante la conferencia, reveló que, además de haber sido erróneamente diagnosticado con Alzheimer, padece artritis crónica en un estado avanzado, lo que ha provocado que sus articulaciones carezcan de líquido, causando un dolor intenso al estar hueso contra hueso. “Ya no puedo usar mis dedos, no puedo controlar mi cuerpo; mi mano parece la de una momia”, compartió Ian.
También habló de otros problemas de salud, incluyendo síntomas de estrés postraumático, secuelas de una fractura en las vértebras de su cuello y desprendimiento de masa encefálica. “Puedo pasar horas fuera de un supermercado sin saber qué hago ahí, no recuerdo ni mi nombre, pero cuando tuve la opción de morir, decidí pelear”, relató.
El Vampiro aprovechó para hablar sobre sus proyectos futuros, a los que se dedicará al 100% una vez concluya su gira de despedida con una reconocida empresa de lucha libre. Uno de estos proyectos es Rockabilly Vampiro Apocalypse, un cómic que llevará su personaje al papel, en colaboración con integrantes de DC Comics. Esta historieta, que se lanzará en octubre, se unirá a las ya existentes con personajes icónicos como El Santo, Blue Demon y Místico, en una serie de aventuras que abordarán temas paranormales. Además, ya hay conversaciones para llevar este proyecto a la televisión.
La música ha sido una constante en la vida de Hodgkinson, lo que lo llevó a incursionar en la radio y, más recientemente, a crear un pódcast donde aborda temas como la magia y el ocultismo. “Planeo regresar a mis raíces en el punk, volver a la calle, a la radio pirata. En mis tiempos debíamos leer para imaginar, por eso es tan importante para mí”, comentó.
Finalmente, Hodgkinson invitó al público a acompañarlo en su gira de despedida, no para verlo luchar, sino para agradecer el cariño recibido durante años, concluyendo: “Sin México, el Vampiro no existiría. Es así de sencillo”.