El Festival Iberoamericano de Cultura Musical celebró su 25ª edición con más de 80 mil asistentes, destacando presentaciones de Caifanes, Scorpions y Siddhartha. Su impacto ha dado origen a otros festivales en México.
El Festival Iberoamericano de Cultura Musical celebró su edición 25 con gran asistencia, reuniendo aproximadamente 80 mil personas en su primer día, según cifras no oficiales.
Desde las primeras horas, el público comenzó a llegar al evento, incluso cuando las agrupaciones programadas en ese horario no eran de gran reconocimiento. Esta tendencia ha beneficiado a bandas emergentes que buscan mayor exposición.
Uno de los momentos más destacados de la jornada fue la presentación de Caifanes, Siddhartha, Scorpions y El Gran Silencio, que congregaron a miles de asistentes. El festival regresó al Foro Sol, ahora Estadio GNP Seguros, lo que ha generado cuestionamientos sobre si el recinto sigue siendo suficiente para la demanda del evento.
A pesar de las críticas en redes sociales sobre los carteles y los costos, el festival reafirmó su relevancia al agotar boletos y mantener el interés del público. Incluso, durante la jornada, hubo quienes aún buscaban entradas para acceder al evento.
El paso del tiempo se refleja en la audiencia, con la presencia de familias completas, incluidos niños, que forman parte de esta experiencia cultural. La organización, a cargo de OCESA, ha consolidado el festival como un referente dentro de la música en vivo en Latinoamérica.
Además de ser el gran referente en México, gracias a él han nacido festivales como el Arre, el EDC, el Flow Fest, el Emblema y el Ceremonia, consolidando la escena musical y diversificando las opciones para los asistentes.
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